viernes, 7 de diciembre de 2012

Toda una vida en cinco años


¿Cómo enfrentarse de nuevo a una página en blanco? Hace tanto que no escribo, desde mediados de mayo, que este momento se ha ido alargando y posponiendo, alimentado por esa razón estúpida de que "hace tanto tiempo que no escribo que ya se me habrá olvidado hacerlo..." y así cada día le sumo una marca más al calendario, y cada vez el tiempo sin escribir es mas , y ... en fin, la pescadilla que se muerde la cola.
¡Ah, y la pereza...! esa mala amiga y compañera de camino a la que le gusta zancadillearme (aunque bien que me dejo).
Pero necesito escribir, y en gran parte porque se de buena tinta que hay gente, amigos, que están esperando que vuelva por mis fueros. Y retomo el blog por ese afán de contentar a los demas y por ese sentimiento egoista de saberme observado y esperado.
Pero no sería de justicia decir que lo hago solo por los demás, así que dejaremos la ecuación en dos tercios de sentimiento egoísta y un tercio de motivaciones personales.
¿...Y como continúo después de 7 meses sin escribir? ¿qué puedo contar? Pues hablaré de una fecha especial que se cumplió hace menos de cinco días y que significa mucho para mi... a pesar de que tuvieron que recordármela. Pero que me ha hecho querer ponerme de nuevo frente al teclado para contarla.
Hace cinco años (lo pienso y me asombro de lo rápido que corre el tiempo) exactamente el 2 de Diciembre de 2007, y tras un encierro forzoso de 11 meses por motivos de salud, me reencontré con mis amigos en una noche de fiesta. Bares, musica, risas, cariño, emoción por volvernos a ver... Fueron tantos los sentimientos que evoco de aquella noche, que recuerdo fría por el clima, pero muy cálida a la vez al sentirme tan arropado por mi gente...
Esa noche fue un nuevo comienzo, y si lo pienso bien creo que en estos 5 años he vivido tantas cosas como en una vida entera. Ha entrado gente nueva en mi vida, he conocido a las parejas que mis amigos encontraron durante mi “paréntesis”, pues la vida no se detiene, y por suerte he podido ver como se casaban e incluso algunas tenían hijos. He vuelto a trabajar, tanto en cosas que me dan igual y que hago solo por dinero como en cosas que me apasionan: dibujar y enseñar lo que sé de este arte. He discutido, me he reconciliado, he amado, he odiado, me han roto el corazón, he visto mis límites y en ocasiones los he superado. He descubierto nuevas aficiones (como esta, escribir), he tenido buenas y malas rachas, he cantado hasta quedarme ronco, he reído y he llorado, y a veces he llorado de la risa; he dejado cosas a medias y otras las he exprimido hasta la última gota. He sido un santo y un hijoputa. A veces he vivido solo porque la corriente me arrastraba, y otras degustando cada segundo.
Así que hace 5 años volví a nacer, y he vivido en este tiempo millones de experiencias. Como para una vida entera.. Pero eso no quiere decir que ya no quede nada por vivir. Aún queda mucho por hacer.
Por ejemplo, debo encontrar a la mujer del vestido blanco... de quien os hablaré en otra ocasión.
Gracias por leerme, amigo, amiga. Y si has compartido algun rato conmigo en estos 5 años... multiplica las gracias por las sonrisas y suma todo mi cariño.
Nos vemos pronto.

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