lunes, 6 de febrero de 2012

DE GINECÓLOGOS RUMANOS Y OTRAS PERSONAS DE MORAL LAXA

Lo primero es lo primero. Mi amigo Karton, gran dibujante y mejor persona se ha currado un PEDAZO DE TROZO DE FERMÍN CACHO de dibujo con el Creador Aleatorio de Personajes que vimos en la entrada anterior. Sus tiradas de dado dieron los siguientes resultados:
Monstruo Animalesco, masculino, del pasado, delgado, malo, guerrero, y con arma de fuego grande.


Su cabeza procesó la información y sus manos le dieron forma. ¡Y qué forma! Te estoy aplaudiendo, pero no se oye. :-) Gracias, compañero. Espero más dibujos pronto.


Y ahora si, comenzamos con la entrada.

Los que me vais conociendo, y los que me conocéis de toda la vida, estáis viendo en estos escritos el importante papel que tiene la música en mi vida.
Intento que me acompañe siempre; la canto, la escucho, la vivo... Me relaja cuando estoy nervioso, me anima cuando estoy depre, me acuna cuando quiero dormir, me da ideas para escribir o dibujar, es un gran tema de conversación y me hincha el corazón cuando la canto delante de la gente.
(Por cierto, viernes 24 de Febrero, concierto de Ciencia Infusa, en el café teatro La draga, en Deusto, a las 21:30. Pasaos por allí que cantaré una cancioncilla con mis grandes amigos.)

Los que me conocéis de toda la vida, sabéis que el humor es otra de las cosas que me mueven en esta vida. Los que me vais conociendo por este blog espero que podáis entender mi humor, a veces velado, a veces evidente; a veces socarrón, otras inocente, blanco, verde, negro, irónico, estúpido en muchas ocasiones... Pero siempre está ahí. Me gusta reírme, y me gusta “hacer de reír”.



¿Y si juntamos ambas cosas? ¿Canciones con las que me puedo reír? Entonces se produce un orgasmo cerebral, una eyaculación de ENDORFINAS que me dejan como si estuviera flotando.(Por cierto, la palabra EYACULACIÓN me la marca el procesador de textos como si tuviese faltas de ortografía, pero solo si está escrita en minúscula... que cosas).

Hay y ha habido grandes grupos de música jachonda. Así de primeras, recuerdo a Inhumanos, con su “Las chicas no tienen Pilila” o “Qué difícil es hacer el amor en un SIMCA 1000”; Un Pingüino en mi ascensor, del que los más jóvenes ni habréis oído hablar, y muchas y buenas canciones de Siniestro Total, Los Berzas, Mamá Ladilla...

Gigatrón, los dioses del freak metal, y en realidad Dioses de todos nosotros, nos acompañaron a mis amigos y a mí en nuestras primeras borracheras salidas de fiesta. Engolando la voz unos, haciendo los coros con voz grave otros, hemos cantado docenas de veces “El barco de colegas”, “En la tierra del rock” y sobre todo, la versión de “Final Countdown”, titulada “Te peto el cacas”... con dedicatoria a una de nuestras amigas incluida. Por desgracia mis amigos no son conscientes de que Gigatrón tiene otros dos discos, uno de versiones llamado “Hitrashit” y otro de canciones propias totalmente BESTIAL llamado “Mar de Cuernos”, y las canto yo solo en la soledad de mi habitación, con mi guitarra de aire y haciendo los cuennos con los dedos.

El Reno Renardo siguió su estela pero con personalidad propia. Sus tres discos son sencillamente brutales, llenos de canciones metaleras y rockeras para tipos rudos con tachas y melena, pero con unas letras cachondísimas, alejadas de la autoparodia de la que hacían gala Gigatrón, y mas basadas en una especie de “denuncia social” como si de unos cantautores vestidos de cuero se tratara. Y tratando también el tema del frikismo, tanto reivindicándolo como criticándolo cuando se va de las manos. Destaco grandes canciones como “Camino Moria”, “Crecí en los 80” , “Ctrl+Alt+Supr” , “Mis colegas”, “El Bogavante” o “Vomito”. Sin olvidar sus Zappings, la trilorgía del despiporre...




Pero mis favoritos, a los que les pongo una velita pa que me protejan cual Santa Rita, son los maños Los Gandules. Tuve la suerte de conocerles gracias al programa de radio de Gomaespuma, hace ya 6 ó 7 años. Y desde entonces me acompañan allá donde voy.


¿Qué hacen estos personajes...? Su nombre lo dice todo, son tan gandules que no hacen canciones propias, cogen las que ya han hecho otros y les cambian la letra. ¿Y de qué tratan sus letras? Pues de cosas de la vida cotidiana, como que no tienen los cacharros fregaos, marcas de agua mineral, ginecólogos rumanos, una herida infectada llena de pus, lo buenas que estaban las alubias, un oso adicto a las bayas, una abducción extraterreste... vamos, como decía cosas del día a día con las que nos podemos sentir identificados.


Si sus discos son grandiosos, verles en directo es pa mear y no echar gota. Comienzan sus conciertos sus teloneros los Escafandra, grupo Alemán dueño de la Opel... que solo tienen una canción techno-trance pero con la letra cambiada. Van vestidos con una bolsa de basura, guantes de fregar los platos, gafas de bucear y un Snorkel. La luz estroboscópica que usan no es apta para epilépticos. Su baile no es apto para gente con vergüenza ajena.

Y luego ya aparecen TOBO Y DUN, en bata y calzoncillos, se sientan en un sofá y comienza su... espectacular espectáculo.

En el último concierto al que he estado, este sábado, de las 2 horas que duró se pasaron 40 minutos hablando, divagando, filosofando... diciendo chorradas como pianos. Entre canción y canción y entre estrofa y estrofa. Son capaces de convertir una canción de 3 minutos en una de 7 simplemente parando, explicando el porqué de lo que acaban de cantar o preguntándose dudas existenciales que les provoca un detallito de su canción.

No olvidemos a Susan Vaga, la voz femenina del grupo que aparece en la recta final y nos hace desviar los ojos de los pelos de las piernas de sus compañeros masculinos... gracias al cielo. Su voz no puede describirse con palabras, es música para nuestros oídos, pero tan TAN aguda que un escalofrío te recorre la espalda de puro placer.
Con ella estuve charlando como si nos conociésemos de toda la vida, tanto antes como después del concierto. Le compré una camiseta, que curiosamente he estrenado hoy en el gimnasio, y nos hicimos unas fotos.

Era la tercera vez que iba a verles, y como las 2 anteriores fui solo, lo que me parecía muy triste, invité a una amiga, Amaia, quien ya les conocía y que realmente disfrutaría viéndoles en directo. Aunque lamentablemente no tocaron su canción favorita, “Bayas, bayas”.

24 horas después del concierto, con agujetas de reírme, aún sentía las endorfinas en mi sangre. Estaba relajado, feliz, y en un estado de semi-trance-místico-espiritual-friki. Como les dije una vez, su música debía recetarla la Seguridad Social. El cantante de Mamá Ladilla dijo que lo que hacían ellos iba más allá de la risoterapia. Era Mongoterapia.

Dan igual las etiquetas. Si aún al cerrar los ojos y recordar el concierto esbozo una sonrisa y me tranquilizo, es que su trabajo merece la pena.



No se me ve, pero estoy en pijama y zapatillas. Temblad Believers, que llegamos los GANDULERS!

1 comentario:

  1. El vogavante para cancion del verano, lo intente el año pasado pero no fraguo!!!

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